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8 PASOS PARA INCORPORAR EL CINE EN EL AULA DE CLASE EN LA ERA DIGITAL

8 PASOS PARA INCORPORAR EL CINE EN EL AULA DE CLASE EN LA ERA DIGITAL


CÓMO USAR EL CINE COMO RECURSO DE APRENDIZAJE EN LA ERA DIGITAL

                             
     Desde la aparición del cine como fenómeno social, artístico, literario, comenzó la preocupación de los creadores por presentar al espectador hechos relacionados con el ser humano. “El cine refleja la realidad, pero es también algo que se comunica con el sueño. Esto es lo que nos aseguran todos los testimonios; ellos constituyen el cine mismo, que no es nada sin sus espectadores” (Morin, 1956. Pág. 16). En consecuencia, el cine es una relación constante del hombre con su entorno, incluyendo su imaginario.  Quizás, este último elemento fue vital para la popularización de este arte que hoy en día cautiva a muchos, perturba a muchos, converge a muchos y despierta el interés científico de otros.
     Existe una dualidad, que se mezcla en el lenguaje fílmico, sobre lo real y lo irreal, y que a fin de cuentas, es lo que ha hecho mágico este medio de expresión. A decir de Edgar Morin: “lo objetivo esta despojado de subjetividad y que ningún fantasma va a turbar la mirada que fija a nivel de lo real” (Morin. Ob. Cit.) Pero por otro lado el mismo Morin afirma: “El cine ha tomado su impulso más allá de la realidad” (Morin, Ob. Cit.) Porque sencillamente el cine se alimenta no solamente del mundo sensible, sino que busca más allá, en lo ideal, en lo ficticio, incluso acercándose a nuestros temores.
     El cine, también, se ha encargado de develar una dinámica donde subyace el fenómeno de aprender. Es por ello que algunos estudiosos, pedagogos, filósofos y educadores, han venido pensando la idea de usar el cine como herramienta que coadyuve al proceso de enseñanza –aprendizaje en la Era Digital.


     No sólo en películas donde se desarrolle y se visualice el acto educativo, como “la sociedad de los poetas muertos” o “al maestro con cariño” por sólo mencionar un par de películas de las decenas y decenas que muestran esta realidad al espectador, sino que también el cine nos propone un universo de valores y anti-valores que pueden ser manejados adecuadamente por el docente para fomentar un aprendizaje. ¿Acaso no se puede aprender partiendo de “lo que no se debe” o “lo que no es correcto”?
     De alguna manera, existe un consenso sobre la idea cuyo fundamento reside en que “el cine en valores permite observar una experiencia de vida, analizarla a partir de aquello que el docente puede poner sobre la mesa pero, sobre todo, sobre la base de aquello que el joven va descubriendo o ya ha descubierto.” (Ambrós y Breu, 2007, Pág. 27). Por lo tanto, no es casual escuchar en algunos escenarios educativos que “el cine merece ser un espacio formativo. Así pues, es necesario aprovechar su potencialidad formativa” (Ambrós y Breu. Ob. Cit.)
     El tema del cine como herramienta para coadyuvar a un proceso de aprendizaje exitoso en la Era Digital se está asumiendo como una alternativa prácticamente necesaria en el ámbito educativo. En consecuencia, pudiera decirse que el cine es un agente generador de conflictos cognitivos. Lo que pudiera permitir poder asimilar lo que te está pasando, acomodar a los esquemas anteriores, e incorporar nuevos conocimientos y ampliarlos. Por lo tanto, es importante no pasar desapercibo el poder que tiene el cine como recurso de aprendizaje.
     Quizás en el cine, encontremos los vestigios de esos nuevos escenarios donde lo sensorial se pone en juego y a la vez en el ojo del investigador. Eso que, a veces tan ligeramente, se denominan espacios virtuales, donde a pesar de lo limitado de la actividad sensorial el cerebro puede incluso reconstruir lo olfativo, lo táctil, o incluso lo emotivo, con sólo percibir una imagen en movimiento.

CÓMO LLEVAR A CABO EL PROCESO DE INCLUSIÓN DE CINE EN EL AULA


     Lo primero que debiéramos abordar en este segmento es atender a la pregunta de si el cine pudiera ser una herramienta didáctica. Según Saturnino de la Torre una estrategia didáctica “toma de conciencia de las bases teóricas que la justifican y legitiman, concreción de la intencionalidad o meta, secuenciación de acciones a realizar de forma adaptativa, determinación de roles o funciones de los agentes implicados, contextualización del proceso y consecución total o parcial de los logros” (De la Torre, 2003-2004. Pág. 70). Por lo tanto, y siguiendo los conceptos de De la Torre, el cine pudiera ser una estrategia didáctica, sí y solo sí, logra tener una estructuralidad, una sistematización correcta y una intencionalidad específica.
     Por lo tanto, es tarea del docente dar un cuerpo coherente al hecho educativo que implica el uso del cine para desarrollar competencias concretas. Eso diferencia el hecho de ver una película en un cine comercial, con cotufas y con nuestros amigos más entrañables a ver una película con fines educativos.
     Partiendo del hecho que “desde la perspectiva de formar para la vida, el cine representa un fenómeno de gran interés educativo y social. Puede ser considerado como un fenómeno de multitudes, como espectáculo….pero también como entorno formativo” (De la Torre, Ob.Cit. Pag. 75), podemos emprender la tarea, no poco dificultosa y ardua, de adentrarnos en las aguas del séptimo arte y generar una propuesta pedagógica signada por el movimiento, las imágenes, lo irreal, lo cotidiano, los sueños y los miedos de una sociedad que se ve reflejada en una pantalla.
     Una propuesta pedagógica que incluya al cine como estrategia didáctica debe partir de “la visualización y el debate, la organización de conferencias y mesas redondas proporcionan un modelo formativo e innovador” (De la Torre, Ob. Cit. Pág. 75). Pero no solamente eso. Sino también tomar conciencia del impacto que está tomando el cine en algunos casos para tambalear los valores existentes y en otros casos sencillamente redefinirlos.
Según Saturnino de la Torre (2003-2004), una estrategia didáctica en el aula que incluya al cine debe tener al menos ocho aspectos fundamentales.

 Modelo De Análisis De Estrategias Docentes En El Aula. Tomado de: De la Torre, Saturnino. 2003-2004



8 PASOS PARA INCORPORAR EL CINE EN EL AULA DE CLASE EN LA ERA DIGITAL


1.- Supuestos implícitos: que infiere una intencionalidad clara de lo que se pretende y cómo se pretende.   
    
2.- Contexto del aula: lo cual supone una estructura acorde para la proyección de un film. Y si en general las condiciones son propicias y de un ambiente acorde.

3.- Recursos utilizados: Estos recursos van desde el film mismo, hasta materiales analógicos, audiovisuales, incluso imaginativos y lúdicos.

4.- Rol docente: El docente debe fomentar la multidimensionalidad, no se trata de una clase magistral. Se trata de fomentar un estilo de docencia implicativo, estimulador y creativo.

5.- Rol discente: De lo pasivo a lo activo comunicativo.  A pesar de que se necesita un momento de silencio y quietud para observar la película, la discusión final debe ser enriquecida con una participación activa

6.- Aspectos organizativos: Se debe hacer uso óptimo del tiempo y del espacio. 

7.- El clima del aula: Debe ser un clima cómodo y confortable para todos los participantes

8.- Valoración de la sesión: Luego de la actividad, es importante recoger las impresiones de cada uno de los participantes y hacer una evaluación global de lo ocurrido.
     Aplicando estos ocho pasos aseguras una estrategia de forma sólida y con un basamento teórico importante para generar un uso exitoso del cine en el aula en la Era Digital.
    Para finalizar les dejamos este documental que refleja la problemática planteada. "El cine argentino va a la escuela".



Carlos Zarzalejo


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