El Lenguaje en La Era Digital
La Era Digital supone un desafío al lenguaje. En primer lugar, el material que reposa en las
placas de internet es tan grande que a una sola persona no le alcanzaría toda
su vida para leer y procesar todo lo que allí existe. Coincide con la era de la
complejidad, por no decir que la determina. Es
decir, todo conocimiento es de suyo, inhabitable.
El
lenguaje es una forma de conocimiento concreto. Las letras forman palabras que
designan cosas. Les dan un nombre y un significado. La Era Digital es un camino
que se abre desde un lenguaje que es lento e inoperante -porque servía a otros
medios que requerían de maduración axiológica y cierta inteligencia emocional-
hacia un lenguaje que es más rápido en tanto sintetiza el pensamiento usando 0
y 1.
El
lenguaje binario viene a crear pequeños paquetes de información a partir de
grandes fenómenos que ameritaban una reflexión profunda, una oratoria
impecable, el don de la palabra. El lenguaje binario es concreto.
Cualquier
lenguaje es válido y necesario en sí mismo y por supuesto en el modo de
establecer criterios políticos y sociales. La matemática es un lenguaje, la
música es un lenguaje, el idioma es un lenguaje. Sin embargo, el lenguaje
computacional es el que pone a prueba el concepto de interruptor que es el
principio básico de la automatización.
Dominar
un lenguaje es llegar a sus últimas consecuencias. Poner a prueba los sistemas.
La Era Digital es el espacio donde convergen todos lenguajes, todos los
símbolos y signos de la existencia. De allí que no es un mundo estático sino
por el contrario es un escenario donde las palabras se mueven constantemente
buscando buenas asociaciones. Armonías, aciertos.
La
lengua se ve beneficiada por las redes sociales por un lado, y por la cantidad
de portales que ofrecen la posibilidad de producir conocimiento a escalas
astronómicas. Foros, chats, redes sociales, son algunos medios donde la escritura
y la lectura son prácticas rabiosamente cotidianas.
El
idioma se pone a prueba pero de una forma lenta ya que depende de visiones
cerradas, viejos paradigmas, donde la repetición es buena y la creación es
mala. Sin embargo, la web le ha abierto las puertas a la jaula de Jacques
Prévert. El internet es la democratización de la creación en tanto existen
cientos de herramientas para escribir y subir esa creación a la red de forma
totalmente gratuita.
La creación de libros es una posibilidad real.
Hay que impactar la roca. Dejar los petroglifos de la conciencia pegados a la
arena. Irrumpir de forma abierta desde los espacios que han sido destinados
para el desahogo y la ruptura.
Carlos Zarzalejo
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