De la teoría de
las inteligencias múltiples a la inteligencia sensorial
Llamo inteligencia sensorial a la capacidad que
tiene nuestro cerebro de resolver problemas complejos a través de la información proveniente de
nuestros sentidos. Dicha información, a su vez, es el mundo sensible en sí mismo asimilado
por esa unidad compleja llamada cuerpo humano.
Los sentidos han sido
sintetizados en 5 grandes categorías, a saber: audición, visión, gusto, tacto y
olfato. Toda la información de nuestro mundo es captada por estos sentidos. Sin
embargo, hoy en día se sabe que estos sentidos comprenden infinidad de sub-sentidos,
o dimensiones sensoriales, que permiten una comprensión más detallada y
definida del entorno.
Lo que conocemos acerca
del mundo, sus detalles, sus texturas, la solidez y la coherencia, es captado
por esos refinados instrumentos de recolección de datos que poseen nuestro
cuerpo.
Pudiéramos aventurarnos a
pensar que existen otras formas de obtención de información desde el exterior,
pero que están fuera del alcance de este artículo, y no por ello dejan de ser importantes,
como la intuición, por mencionar solo un ejemplo.
Pero centrémonos en los
cinco sentidos y sus distintas dimensiones; ya que de ellos depende, en gran
medida, la comprensión que tenemos del mundo. Todo indica que, a mayor
cantidad de canales sensitivos activados, el aprendizaje será más efectivo.
Esta es una idea fundamental que estaré desarrollando en próximos artículos.
Inconsistencias en la Teoría de
Las Inteligencias Múltiples
Hay una inconsistencia en
la teoría de Howard Gardner, que merece una revisión profunda y cuidadosa. El
autor en su obra menciona una taxonomía que si bien no pudiéramos decir que
carece de fundamento, es, por lo menos, débil. No me refiero a que no tengan
una conexión con el mundo sensible, me refiero a que no atiende a las raíces
del fenómeno de aprender.
Por ejemplo, la
inteligencia musical que menciona Howard Gardner, no es más que la inteligencia
auditiva. Pero el oído está provisto de una infinidad de canales que no solo
permiten la comprensión musical del entorno, sino que provee al ser humano de
una serie de aspectos como equilibrio, distancia, expresiones, etc., los cuales
son y han sido vitales para el desarrollo evolutivo del hombre. El tono de voz
de una persona puede reflejar su estado de ánimo, o un sonido específico puede
darnos información de cuán lejos o cerca está. La audición no es solo música,
estrictamente hablando, pero no la excluye obviamente.
En consecuencia, el oído
es más que musicalidad, como también el tacto es más que lo kinestésico. Y lo
visual más que espacialidad o colores.
Así que este artículo es,
ante todo, una propuesta para desarrollar el concepto de inteligencia desde las
raíces de todo conocimiento: los sentidos y todas sus dimensiones. Por lo que pudiéramos
hablar, por ejemplo, en cuanto al sentido de la vista, de una inteligencia de
los colores, una inteligencia espacial, una inteligencia emocional, -en tanto
que por medio de la visión podemos identificar estados de ánimo en las personas-.
La inteligencia Sensorial en la
Era Digital
Es posible el desarrollo
de la inteligencia usando los avances tecnológicos que supone la evolución de internet.
La forma cómo se desarrolla y las posibilidades que implica la activación de
todos los sentidos, es lo que le da a esta herramienta un carácter sui generis
en la pedagogía moderna. En teoría,
existe la posibilidad, a través del E-learning, de desarrollar la inteligencia
sensorial.
En consecuencia, después
del aula, los Entornos
de Actividad Sensorial Múltiple, se convierten en un escenario propicio
para el desarrollo de la actividad educativa. Dejamos estas premisas para
futuras investigaciones en el campo de los sentidos en la virtualidad.
Carlos Zarzalejo
Doctor en Educación. Msc
en Gerencia.
azarzalejo123@gmail.com
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