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FENOMENOLOGÍA HUMANA, EDUCACIÓN Y LA ERA DIGITAL

 


Fenomenología humana, educación y la Era Digital

Por Carlos Zarzalejo

 

La desconexión entre el esfuerzo individual y la mejora en las condiciones de vida es uno de los aspectos más preocupantes de la sociedad actual. Es obvio que cuando el conocimiento prevalece, el esfuerzo físico suele ser infravalorado. Pero voy más allá, la distribución de recursos financieros suele estar influenciada por factores actuales como las tendencias y las estrategias de marketing, en lugar de depender siquiera de la capacidad intelectual de una persona. Estos factores, que son muy cambiantes y con frecuencia superficiales, tienen ahora un impacto significativo en la distribución de la riqueza y el reconocimiento social, un fenómeno que merece una reflexión crítica y profunda en el análisis de nuestra estructura socioeconómica.

 

De allí que veamos a un “influencer” haciendo acrobacias e incluso atentando contra su vida para ganar visualizaciones, likes y finalmente promotores y dinero. Mientras que un científico o un maestro pueden pasar su vida haciendo contribuciones considerables a la transformación positiva de la sociedad sin recibir una retribución acorde a su labor;  o también veremos por ejemplo un cantante del género urbano lleno de atuendos multimillonarios mientras la sociedad científica aun trabaja con recursos extremadamente limitados para investigaciones esenciales para la vida en el planeta, como la lucha por el hambre, la protección del planeta, o los derechos civiles. 

 

La corrupción en su amplio espectro, por lo tanto, se ha consustanciado con la dinámica de la sociedad moderna. Las redes sociales se han convertido en una gran mentira que mantiene a los ciudadanos atentos a lo que sucede en su entorno, de una forma morbosa y que valora el chisme y la desinformación como parte del teatro mundial.

 

Algunos científicos han tomado la determinación de simplemente no luchar contra ese sistema sino adaptarse a ello. Ahora podemos ver científicos renombrados que se han reinventado y ahora hacen más dinero siendo influencers que desarrollando sus investigaciones y publicaciones. 

 

La sociedad de consumo se ha convertido en una gran pirotecnia que valora el espectáculo más que la conciencia. La ciencia se ha abocado a darle fundamento a esta informe masa de información que pulula a través de nuestras fibras. Los gurúes se han abocado a defender el ahora como la única forma posible de establecer un vínculo entre el ser y la conciencia. Hazlo ahora, Just do it, da el click, compra, comenta, suscríbete. Detrás de toda esta plataforma te espera el carrito de compras. 

 

La verdad es que el tiempo, -que ya he explicado en artículos anteriores-, no tiene una existencia per se, sino como valor de referencia para identificar el movimiento, se ha resumido al ahora. Los psicólogos recomiendan recientemente no mirar al pasado por el temor de que esta retrospectiva pueda causar una crisis depresiva; ni tampoco mirar al futuro por la terrible posibilidad de desarrollar estados de ansiedad.

 

La sociedad en su conjunto ha tomado de la mano al hedonismo como la forma más correcta de asumir la existencia. No importa el pasado, tampoco el futuro. Solo da click, compra. Lo cierto es que el pasado, asumiendo al pasado como todos los eventos que han ocurrido desde que tu cuerpo comenzó a formarse y a moverse, es tan importante para diseñar nuestras vidas, que negarlo sería lo mismo que cerrarse a la posibilidad de ser mejores personas a través de la retrospectiva que nos brinda el mirar los errores cometidos y mejorar los procesos que nos llevan a la excelencia.

 

Igualmente sucede con el futuro. El futuro, como el devenir de la vida, tiene que estar en líneas gruesas diseñado de tal manera que podamos saber hacia dónde vamos, y qué es lo que queremos para nuestras vidas. El ahora es una circunstancia y una consecuencia. Es, en última instancia, un volcán en constante erupción dejando salir toda esa materia fundida que se ha forjado en nuestro ser desde que nacimos. Ignorar tanto el pasado como el futuro, para dejar fluir el presente en nuestras vidas como una liebre que se pasea libremente por los pastizales es una de las grandes mentiras de la sociedad de consumo. 

 

La psicología positiva se ha erigido como el santo grial de la vida moderna. “Piensa positivo, visualiza los mejores escenarios, eres un ganador”. La verdad es que la psicología positiva se ha impuesto como una de las formas más terribles de fracturar la esencia vital del ser humano, lo cual es ser uno con el cosmos. Entender que el universo existe a pesar de tus emociones y pensamientos. El hecho de que visualices que vas a ganar lotería, o que vas a obtener el mejor trabajo en las oficinas de Google, no garantiza en nada que lo vayas a lograr. De ser así tendríamos a 8 billones de ganadores de la lotería trabajando para Google, o para Microsoft o para cualquiera de estas grandes corporaciones. En realidad, tu mascota algún día se va a morir, vas a perder a un buen amigo, serás despedido de algún trabajo, tus padres morirán, estarás eventualmente triste. 

 

Una de las preocupaciones más importantes para mí como docente es el hecho de que el sistema educativo no está preparado para asumir la responsabilidad de hacer a las personas más resilientes y fuertes ante el manejo de las frustraciones. 

 

Se ha creado la matriz de opinión de que la tristeza es lo opuesto a la felicidad. Es decir, debes estar feliz todo el tiempo, de lo contrario eres un fracasado, un triste, un desadaptado. Lo cierto es que la alegría y la felicidad son estado picos de las emociones que no tienen por qué afectar nuestro bienestar en su ausencia. Pudiéramos estar perfectamente saludables, enfocados, haciendo las cosas que amamos y no estar pegando brincos de felicidad y riendo a carcajadas (orar, meditar, pensar, soñar, son solo algunos ejemplos). Las personas usan las redes sociales para mostrar un rostro que se adapte a estos estándares de felicidad para dar a conocer al mundo que hay felicidad, fiestas, alegría, risas. Muy pocas personas, por no decir nadie, se toma una foto resolviendo un problema matemático, o trabajando en algún arte u oficio donde los rostros de felicidad no están presentes.

 

La fenomenología humana, es a mi juicio, un método por el cual logramos entender nuestras limitaciones, y darle forma al universo que es inmanente, intrínseco, superior a cualquier razonamiento humano. Por lo tanto, el universo en su totalidad es incognoscible, la mente humana es incognoscible, lo cual significa por la tanto que la fenomenología es el momento de sinapsis entre el ser y el universo circundante. Ese espacio maleable que tiene plasticidad y donde podríamos construir un mundo de ideas que se ajuste a un pensamiento simbiótico y consustanciados con los principios mas fundamentales del universo que son la autogestión, la eficiencia, y el amor como concepto, como axioma y principio elemental. 

 

Si el universo es incognoscible y la mente es incognoscible, ¿qué es la educación y cuáles son sus propósitos? En primer lugar, el ser humano debe entender que la metacognición no persigue conocernos a nosotros mismos, ya que es una pretensión muy grande, sino identificar, en ese cúmulo de materia que es la mente y el cuerpo, cuáles son las potencialidades y cuáles son los nichos donde mi desempeño pudiera ser óptimo. Debo decir que en ciertos aspectos comparto las ideas de Robert T. Kiyosaki cuando expone que la mayoría de las veces, para ser exitoso, debes hacer cosas que no te gustan. Entiendo el espíritu del comentario de este escritor y empresario que ha dedicado su vida a demostrar como la felicidad y el bienestar está estrechamente relacionada con la riqueza monetaria y la acumulación de capital; al igual que tomar ventajas de las posibilidades que brinda el endeudamiento para evitar el pago de cantidad exageradas de impuestos; etc. 

 

En particular, y como hombre dedicado a pensamiento crítico, a la educación y la evolución del ser humano hacia una conciencia simbiótica debo decir que esa visión del empresario Kiyosaki es terriblemente limitada y confusa. 

 

El gran reto de la fenomenología humana es lograr encontrar ese espacio vital donde tus habilidades naturales, (bien sea porque eras una persona naturalmente hábil en alguna actividad o bien sea porque eres una persona de alto rendimiento), estén enmarcadas dentro de esa área de conocimiento, formación, arte, filosofía, donde puedas acoplarte a la dinámica de la sociedad moderna determinada por la acumulación de capital y la monetización, y sin estar divorciados de nuestras pasiones, nuestras inquietudes, intereses. 

 

En términos prácticos el dinero es una consecuencia no un objetivo. Por lo tanto, para la fenomenología humana es tan importante conocer tus pasiones como también saber cómo ser exitoso, en el amplio sentido de la palabra, y si prefieren decirlo en el lenguaje moderno, cómo monetizar esas pasiones. 

 

De la eurética a la praxeurética

 

Retomando el concepto de fenomenología humana, es decir, esa parte de la experiencia humana que se conecta con el universo conocido o explorado, -aspecto complejo y para nada fácil de abordar- debe ser parte de nuestra reflexión diaria.

 

La primera pregunta que todos debemos hacernos es ¿quién soy?, esto es, ¿qué lugar ocupo en el mundo? ¿En qué puedo contribuir a la humanidad? ¿En que soy hábil? ¿Cuáles son mis pasiones? Responder a estas preguntas pudiera ser tan sencillo como observar a un niño componiendo su primera obra para piano a los 5 años, o pudiera tomar toda la vida. 

 

Descubrir el yo interior es una tarea ardua que debe ser tomada con seriedad y responsabilidad. No hay excusas: Si puedes caminar y hablar (ambos procesos extremadamente complejos), pudieras hacer en teoría cualquier cosa.

 

La situación de aprendizaje es la atmósfera adecuada para que un individuo encuentre sus pasiones. La escuela y la familia y en general la sociedad son responsables para poner al individuo en la situación de encontrar esos talentos inmanentes que están en lo profundo del ser. La escuela ideal es aquella que crea los escenarios correctos para que un niño pueda identificar esas habilidades innatas. Desde una actividad de clase hasta un paseo a la montaña donde un niño pudo saber que su pasión era estudiar las mariposas. 

 

Ahora, los escenarios y las posibilidades son infinitas, y pudiéramos decir que ese momento del descubrimiento es un momento mágico donde te encuentras con lo que realmente eriza tu piel y te causa una emoción indescriptible. A ese momento lo llamaremos momento euréctico, es decir, ese encuentro ontológico que pondrá al individuo en una situación de bienestar y consustanciación con la materia, lo cual fraguará en una inmensa fuerza interna por desarrollar esa actividad. 

 

El momento euréctico puede ser algo planificado o algo simplemente espontáneo. La labor del docente, coach, mentor, o mediador ontológico es identificar las señales inmediatas que demuestra el individuo que evidencian una conexión entre el estudiante/individuo y la actividad a realizar. Entonces pudiéramos decir que la euréctica es la disciplina, ramificada de la fenomenología humana, que se encarga de identificar las pasiones humanas a partir de evidencias claras que demuestran el amor del individuo por una actividad especifica. 

 

Por otro lado, el momento euréctico, ese instante de enamoramiento con la transformación especifica de la realidad no es suficiente, porque nadie va al mercado a comprar comida con un poema, ni un estudioso de las mariposas va a comprar una computadora pagando con una mariposa. El mundo ha cambiado, y este ensayo no pretende romantizar las pasiones. 

 

Toda actividad que sea dominada por el individuo se convierte en una responsabilidad, como decía Platón en la República, específicamente en la Alegoría de la Cueva, donde los que son liberados de la ignorancia y ven la luz (un símbolo de conocimiento) tienen la responsabilidad de regresar a la cueva y educar a los demás, el conocimiento es, sin duda alguna, una responsabilidad. Quiero decir que mi posición ontológica frente al aprendizaje es que toda transformación tiene que terminar en un beneficio claro y absoluto para la especie humana, el planeta y el universo. 

 

La pregunta entonces es, cómo lograr que ese coleccionista de hormigas, ese tejedor de atrapasueños, ese fotógrafo empedernido, ese repostero furibundo, ese practicante silencioso de yoga, puedan llegar a ser económicamente exitosos en su vida. Y cuando digo económicamente exitoso en su vida, voy a ser muy enfático en esto, cómo poder lograr una estabilidad económica, y una calidad de vida sustancial a partir de esas pasiones. 

 

Definiremos praxeurética a la disciplina derivada de la fenomenología, que pone a la disposición del ser humano una serie de herramientas científicas para que las habilidades innatas o desarrolladas sean económicamente rentables. O también pudiéramos decir que es la ciencia de aplicar los descubrimientos de pasiones humanas para lograr una vida económicamente rentable y con calidad. Esta praxeurética se fundamenta en tres ideas fundamentales, a saber: 


1. Economía Eudaimónica: Combinando economía con "eudaimonía", un término griego que significa bienestar o felicidad humana, lo cual es la disciplina centrada en la prosperidad económica alineada con la realización personal. 

2. Vitálitica: De "vital" (esencial para la vida) y "lítica" (relativo al estudio o la ciencia), refiriéndose al estudio de cómo vitalizar la vida a través de transformar pasiones en medios de vida sostenibles. 

3. Telosnomía: Derivado de "telos", el término griego para "fin" o "propósito", y "nomía" de "ley", que se refiere a la normativa o principios que gobiernan el camino de una pasión a un propósito de vida sostenible.

 

Ahora bien, tanto la euréctica como la praxeuréctica son aspectos complejos y para nada quiero dejar aquí expuesto que puedan lograrse de la noche a la mañana. Todo esto forma parte del aprendizaje a lo largo de la vida.

 

Aporte a la humanidad. Visión y misión. Crear un concepto.

 

Otro elemento que debo mencionar es que el término calidad de vida y estabilidad financiera puede variar de autor en autor y de teoría en teoría. He tenido la oportunidad de hablar con pescadores en varios países y se sienten felices viviendo de la pesca y de proporcionar el sustento a sus familias sin mayores pretensiones. Entiendo perfectamente que, en la actualidad, 2024, hay una creciente matriz de opinión, asociada a los aspectos que antes he mencionado, que incluyen la psicología positiva y las redes sociales y los medios, que establecen una correlación entre felicidad y dinero. 

 

Quiero decir responsablemente que los conceptos de éxito y estabilidad financiera son aspectos antropológicos que han sido abordados desde una perspectiva muy somera y hasta cierto punto simplista y reduccionista, y se dirigen a lo explícitamente monetario. A partir de aquí, abro ese debate para investigaciones futuras y para quienes deseen aportar ideas sobre este tema tan interesante como escabroso.

 

Lo que sí quiero dejar en claro, y que es una idea que bajo mi óptica no se puede negociar es que, hagas lo que hagas, debes tener en claro que el resultado de esa actividad debe impactar positivamente a la humanidad. Toda persona debe tener una visión, una misión, y crear un concepto de sí mismos para hacerse presente en la Era Digital. 

 

Hoy en día, por la inmediatez y por las ansias de hacer dinero por el simple hecho de mostrar una imagen -que incluso pudiera ser falsa por el deseo de satisfacer la voracidad en los estándares del mercado actual-, pudiera llevarnos a hacer actividades que no aportan nada al bienestar del individuo, de las familias, de las comunidades y de los países, incluso pudiéramos decir en muchos casos podrían poner en riesgo la vida, de la persona, la familia, y la sociedad.

 

Se me ocurre pensar en este fenómeno actual de las personas que usan sus atributos físicos para mostrar sus cuerpos desnudos o semidesnudos, en poses explicitas, y sexualizadas, para monetizar ese tipo de contenido. Cada uno hace con su vida un saco, y pone adentro lo que quiera, mi punto es que el hecho de que muestres tu cuerpo, lo exhibas, no excluya que puedas tener una visión y una misión y un concepto de vida.

 

¿Qué quieres demostrar mostrando tu cuerpo? ¿Quieres mostrarle al mundo que es posible estar saludable y bello al mismo tiempo? ¿Quieres dejar en evidencia que todas las personas en el mundo son hermosas y solo necesitan hacer cambios alimenticios y dietéticos para atender no solo a lo ético sino a lo estético? ¿Cuál es tu ethos? ¿Cuál es tu concepto? más allá de mostrar los atributos que te han ayudado a exacerbar los practicantes de las cirugías estéticas ¿qué quieres enseñarle al mundo? ¿Qué quieres decirles a las personas que están en la cueva en el momento que has visto la luz? Pudiera exponer ejemplos más polémicos, pero no es la idea de este escrito abordar esos aspectos.

 

Situación de aprendizaje en la Era Digital

 

Uno de los fenómenos más complejos de la euréctica es crear la situación de aprendizaje. Probablemente no sabremos si alguien es talentoso nadando en aguas abiertas, si esa persona vive en un pueblo donde hay puras montañas y llanuras, y el mar no está presente por ningún lado a varias millas a la redonda.

 

La educación en la Era Digital debe estar consciente de lo imperioso que es abrir un abanico de posibilidades a los estudiantes y aprendices en general a espacios de construcción de aprendizaje en escenarios diversos, distópicos, disruptivos, caóticos, sorpresivos, divertidos, imaginarios. El educador es el nuevo mago que saca del sombrero una situación eventualmente euréctica, basada en los indicios e incidentes claros que muestran ciertos individuos hacia ciertas actividades en particular. 

 

Crear un desbalance cognitivo podría ser una respuesta, pero también como diría Carol Dweck en su libro “The mindset” la mente tiene también la capacidad de adaptarse y de ser resiliente. Hay plasticidad en la mente y eso es una ventaja interesante en el individuo. La euréctica no condena al individuo a una sola actividad. No hay ninguna evidencia científica que demuestre que una persona perfectamente sana, no pueda dedicarse y ser exitoso en la actividad que se proponga, con pasión, dedicación, compromiso y constancia. (incluyendo varias actividades al mismo tiempo). He tenido la oportunidad de conocer músicos extraordinarios que también tienen otras carreras donde se han desempeñado de manera exitosa. 

 

A veces la contemplación puede ser la fuente de inspiración de alguien que estaba esperando un momento preciso para observar el movimiento de una hormiga, o el comportamiento de una célula a través de un microscopio o mirar la superficie lunar durante horas usando un telescopio. En este sentido, la euréctica debe perseguir como objetivo primordial, crear de una manera consciente e intencionada, escenarios precisos donde los sentidos sean activados y excitados. El docente debe ser el gran alquimista, un experto provocador. 

 

Hay dos aspectos que se deben evitar en una situación de aprendizaje: 1. los entornos/personas castrantes y pesimistas y 2. Los entornos extremadamente optimistas. A continuación, voy a explicar de qué trata cada uno de ellos.

 

A lo largo de mi carrera de más de 26 años como docente, y como gerente educativo he podido observar que hay personas que se van a encargar por todos los medios de hacerte creer que eres incapaz de hacer esta o aquella actividad. No voy a hacer énfasis en esto ya que es bien sabido por todos a qué me refiero, y estoy seguro de que más de una vez en nuestras vidas nos hemos topado con alguien que nos dice que no podemos hacer algo, (y que por nuestra voluntad, disposición y trabajo arduo terminamos siendo los mejores en el área). Hay un principio fundamental, si puedes hacerlo, puedes llevar su técnica a la fruición. Esto es, con la capacidad de realizar una acción viene la posibilidad de perfeccionar y completar la técnica subyacente. 

 

En el mejor de los casos, lo que puede hacer una persona es abandonar inmediatamente a alguien que ante cualquier idea la primera respuesta sea: tú no tienes la capacidad de hacerlo. Este tipo de personas abundan en nuestro ambiente social, incluso dentro de nuestras familias, escuelas y trabajos. Incluso, hay ciertos individuos que son capaces de convencerte de que en realidad tú no puedes hacerlo, y terminas no haciendo la actividad en cuestión por miedo al fracazo. ¿Cuáles son las razones de este comportamiento? En mi experiencia he identificado a varias personas que adolecen de este problema: personas simplemente envidiosas, personas que temen al cambio, personas que quieren el protagonismo y nunca van a permitir que tú hagas algo cuando ellos no pueden hacerlo. Personas que en su corazón habita la maldad como teoría y como práctica.

 

Por otro lado, existen las personas que son extremadamente optimistas y todo lo que hagas le va a parecer maravilloso. Así cantes fuera de tono, totalmente desafinado, te dirán que cantas bellísimo. Así escribas puras tonterías con millones de errores ortográficos y gramaticales, te dirán que te falta poco para ganar un premio literario. Así no tengas habilidades para alguna actividad, evidenciado esto con datos, indicadores, tests, y todo lo que nos pueda indicar que alguien no posee ciertas potencialidades para realizar una actividad, siempre te van a decir que lo intentes. 

 

Lo mejor que puede hacer una persona es alejarse de este tipo de personas que no te dan un feed-back correcto basado en evidencias y datos concretos sobre tu desempeño. Cada uno sabrá cómo sobrellevar esto y, sobre todo, cada uno sabrá cómo entender que el hecho de que te guste una actividad, no garantiza que puedas ser eficiente y exitoso en ello. 

 

Recuerdo cuando tenía apenas unos 14 años estaba apasionado por la electrónica y los circuitos. Algunos amigos nos reuníamos y comprábamos placas de cobre para hacer circuitos caseros. Pero había un problema, el valor de las resistencias vienen dado por unos aros de colores que tienen estos pequeñitos dispositivos. Siempre me fijé que uno de mis amigos obtenía rápidamente el valor de las resistencias ya que identificaba rápidamente los aros de colores en las resistencias. Yo nunca pude hacerlo. Más tarde descubrí que era daltónico y que los colores serían una pesadilla para mi vida. Abandoné los circuitos electrónicos y las resistencias. Era imposible para mí. 

 

Por otra parte, uno de los aspectos de los cuales tiene que encargarse la praxeurética es identificar como facilitar la técnica para quienes a pesar de que tiene la pasión y el interés, tienen alguna incapacidad física, mental/ emocional para realizar esta actividad. (Quizás si alguien hubiera colocado el valor de las resistencias en una notación distinta a los colores probablemente hoy yo sería un experto en circuitos). Probablemente alguien que mida 1.40 mts no podrá jugar en la NBA. Pero quizás pueda existir alguna liga paralela de baloncesto que congregue a personas cuya estatura esté muy por debajo de los estándares. 

 

Sin embargo, a veces es bueno nadar contracorriente y explorar escenarios que nadie más lo haya hecho antes. En todo caso, la última decisión de lo que quieres hacer en tu vida recae sobre ti mismo, y solo tú decidirás, basado en tus experiencias de vida y tu contexto, qué quieres hacer para ganarte el sustento. Siempre habrá la posibilidad de desarrollarte en algo donde hay una puerta abierta hacia la excelencia y hacia la eficiencia.  

 

La fenomenología humana en la Era Digital desde la infancia

(Una aproximación a la obra creativa de los niños)

 

Las cuatro divisiones de la sociedad humana fueron creadas por Mí conforme a las tres modalidades de la naturaleza material y al trabajo atribuido a ellas. Y aunque Soy el creador de este sistema de trabajo, debes saber que siendo inmutable, Yo no trabajo.

Khrisna. Bhagavad Gita. Texto 13 . Cap 4.

 

Quiero en primer lugar dejar en claro que estoy en total desacuerdo con el trabajo infantil, ilegal, involuntario, forzado y en condiciones deplorables. De hecho, el título debería ser otro porque pudiera prestarse a malinterpretación.

 

Al punto: toda actividad/obra que realice el niño pertenece legalmente a ese niño que posteriormente será un adulto capaz de asumir responsabilidades financieras. Cada dibujo, cada canción, cada idea, cada pensamiento, cada poema escrito por un niño debe ser registrado en un portafolio de vida y reconocido mundialmente como una obra hecha y realizada por ese alumno/niño. 

 

La praxeurética por lo tanto, debe crear un espacio de reflexión donde se respeten los derechos de autor y las ganancias derivadas de las obras de los niños. Existen muchos casos documentados de niños que han hecho actividades hermosas, que aman y disfrutan, y al final, quienes usufructúan los beneficios de dichas actividades son los representantes en el mejor de los casos y en el peor de los casos en actividades ilícitas que son totalmente deplorables e inaceptables y en ningún caso deben ser calificadas como trabajo infantil y deben ser penadas con todo el peso de la ley. 

 

Los representantes de los niños deben ser los responsables por organizar, ordenar y crear un catálogo de actividades de los niños, que al final del día ese contenido puede estar generando ganancias en un futuro no tan lejano. En todo caso este portafolio de actividades de los niños pudiera ir perfilando y creando una bitácora, una ruta por donde guiar al niño en su futuro desempeño profesional. 

 

El niño no trabaja. El niño simplemente juega, se divierte, explora, disfruta, contempla. No hay ningún sufrimiento, ningún esfuerzo en las obras de los niños. No por ello dejan de ser actividades imperecederas y sujetas a todo tipo de derechos. 


Carlos Zarzalejo

Comentarios

  1. La noción de multipotenciales resuena profundamente en mí. La expectativa predominante de que los individuos y los estudiantes se limiten a una única carrera profesional parece cada vez más desalineada con la realidad del potencial humano. Como bien señala, un sistema educativo que acoja y fomente los diversos talentos e intereses de los multipotenciales podría fomentar una sociedad más adaptable e innovadora. Esta perspectiva nos invita a reconsiderar los caminos rígidos que a menudo dictan nuestras instituciones educativas y profesionales.

    Cambiar de carrera a menudo se considera una tarea desalentadora, especialmente cuando las personas han invertido mucho tiempo y dinero en su formación y educación iniciales. La decisión de cambiar la carrera profesional frecuentemente está cargada por el miedo a desperdiciar esta inversión y el estigma social de ser etiquetado como un fracaso. Este miedo puede ser particularmente intenso cuando se espera que las decisiones tomadas durante la adolescencia (a menudo sin una comprensión completa de la evolución de los intereses y capacidades) dicten las trayectorias profesionales de toda la vida.

    La presión para permanecer en un solo campo debido a las inversiones financieras en educación es una preocupación comprensible. La educación superior y la formación profesional a menudo implican costos financieros sustanciales, y la idea de abandonar o alejarse del propio campo puede parecer económicamente irracional. La falacia del costo hundido, un sesgo cognitivo común en el que las personas continúan con un comportamiento como resultado de recursos previamente invertidos (tiempo, dinero, esfuerzo), puede hacer que las personas se muestren reacias a abandonar sus caminos actuales, incluso cuando continuar puede no ser lo mejor para ellos.

    Sin embargo, aferrarse a una carrera únicamente por inversiones pasadas puede obstaculizar el crecimiento personal y la satisfacción laboral. El mercado laboral que cambia rápidamente requiere ahora más que nunca adaptabilidad, y apegarse rígidamente a una carrera profesional puede limitar las oportunidades de avance o de encontrar un trabajo que esté más alineado con los intereses y la situación de vida actuales. Además, la realización personal y el bienestar se reconocen cada vez más como componentes esenciales de una carrera exitosa, no solo la estabilidad financiera y la movilidad ascendente.

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  2. Es necesario reevaluar la noción de fracasar al cambiar de carrera. En cambio, un cambio de carrera puede verse como un paso valiente hacia alinear la vida profesional con la evolución de las aspiraciones, fortalezas y valores personales. Cambiar de carrera también puede ofrecer oportunidades para aprender nuevas habilidades, conocer gente diferente y experimentar otras industrias, lo que puede generar perspectivas más amplias e ideas más innovadoras tanto a nivel personal como profesional.

    En última instancia, el miedo a desperdiciar dinero o a ser visto como un fracaso no debería anular los beneficios potenciales de encontrar un trabajo que sea satisfactorio y emocionante. Las narrativas sociales sobre la estabilidad profesional y las trayectorias lineales están cambiando a medida que más personas adoptan trayectorias profesionales diversas y dinámicas. Aceptar esta flexibilidad puede conducir no sólo a una mayor satisfacción personal sino también a mayores contribuciones a la sociedad a medida que los individuos encuentran roles que realmente resuenan con sus habilidades y pasiones.

    Las instituciones y estructuras sociales que apoyan y facilitan la movilidad profesional, a través de políticas como el reembolso de matrículas, el asesoramiento profesional y las oportunidades de aprendizaje permanente, pueden aliviar algunas de las presiones asociadas con las transiciones profesionales, facilitando que las personas naveguen por estos cambios sin sentirse atrapadas por sus elecciones iniciales.
    Además, comparto su visión crítica sobre la aplicación superficial de la psicología positiva, aunque también veo el potencial del pensamiento positivo como un agente significativo de cambio cuando se aplica con intención y realismo. De hecho, este enfoque equilibrado podría empoderar a las personas para que aprovechen sus diversos potenciales hacia trayectorias profesionales satisfactorias y viables.

    Su lamento por la infravaloración de importantes contribuciones sociales, como la literatura y la poesía, toca la fibra sensible. Es desalentador observar el espacio reducido asignado a estos profundos exploradores de la condición humana, eclipsado por las distracciones fugaces de personas influyentes que dominan nuestros paisajes digitales. Este cambio no sólo priva a nuestra cultura de su profundidad, sino que también disminuye el reconocimiento y el sustento de quienes contribuyen significativamente a nuestro discurso social.

    Al hacerme eco de sus sentimientos, abogo por un paradigma educativo que no sólo reconozca sino que integre activamente las complejidades de la capacidad humana. Un enfoque así no sólo daría cabida sino que celebraría el amplio espectro de potencialidades humanas, allanando el camino para una sociedad que valore la profundidad, la reflexión y la innovación genuina.

    Gracias por instigar un diálogo tan crucial. Es a través de estos intercambios que podemos esperar inspirar los cambios necesarios en nuestro enfoque colectivo hacia la educación y el desarrollo social.

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  3. Gracias Pam por tus aportes, siempre tan acertados y profundos. Siento una inmensa alegría y un agradecimiento enorme por tu labor y por tu generosidad de leer mis escritos.

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  4. Relevante tu acercamiento. Afirmo que hemos de reaccionar antes de que nos trague el oscurantismo. Aunque este ensayo es abarcador, voy a enfocarme en esta parte: *Las redes sociales y la desinformación* *La sociedad cegada* Entre otras filosofías que profeso, siempre he dicho que sin Historia no fuimos ni somos.

    Lo del **ahora**, que bien puntualizas, es un modo de existencia consumista-pretencioso, que tiene ya epicentro en las redes sociales. En lo personal evito bastante la tendencia a “tener”, más que nada para no endeudarme. O porque domestiqué ese impulso. También, toma esfuerzo mental vivir en otras medidas siendo que este faranduleo de los medios son *tragamonedas* y llevan a querer ser parte de lo ilusorio. De ahí lo de “Influencers” de profesión. Que de hecho es una tendencia que desmonta toda propensión a dedicar años de estudios para bien convivir, impactando así positivamente la sociedad y el bienestar social de la comunidad. Entonces: “Las redes sociales se han convertido en una gran mentira que mantiene a los ciudadanos atentos a lo que sucede en su entorno, de forma morbosa, valorando el chisme y la desinformación como parte del teatro mundial.” Lo deseable es que todo quehacer deba conducir a enriquecer el desarrollo pleno de la humanidad como ente social, el acervo cultural y la propia existencia. A menos que tener mucho dinero sea la meta de toda gestión y eso no necesariamente implica enriquecer la mente ni aportar al progreso humanista. Sobrecoge la idea de nuevas generaciones poco instruidas. Ese modelaje. Lo percibimos tal amenaza real. Aun así, no podemos generalizar, este fenómeno es mas bien de países con efervescencia económica.

    Algo de historia. Del feudalismo como nuevo sistema de organización del trabajo al capitalismo que promueve la propiedad privada y el interés propio, han pasado siglos. Será que podamos recordar que ese vínculo social y laboral dominó la mayor parte de la Edad Media. El punto aquí es que cada oficio tenía un santo y que los artesanos eran verdaderos creadores y cada oficio estaba envuelto en un aura de misterio casi sagrado que los artesanos debían proteger. Ahora, parece tan fácil ser de emprendimientos tragamonedas que no dejan nada útil para el futuro de la Existencia Humana. Temo que pudiera ser un regreso al Oscurantismo. Debatible.

    Tenemos fe en reconstruir y lo haremos.

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