La Agencia del Estudiante en la Era Digital

INTRODUCCIÓN

 

El concepto de la agencia del estudiante se encuentra en la encrucijada entre la tecnología emergente y la educación contemporánea. En la era digital, este concepto ha cobrado una relevancia inédita. En un mundo donde la atención es una moneda en constante devaluación, la agencia del estudiante, que se define como la capacidad de los alumnos para tomar control sobre su aprendizaje y actuar de manera autónoma dentro del entorno educativo, se enfrenta a desafíos únicos. En una sociedad que parece empeñada en distraer, la autonomía del niño, un objetivo gubernamental que se extiende más allá de la mera adquisición de conocimiento para abrazar la formación de individuos capaces de navegar por un mar de estímulos y distracciones, se ha vuelto una meta esquiva.

 

Los videojuegos, el espectáculo y las redes sociales no son solo pasatiempos, sino que se han convertido en actores dominantes en la vida de los jóvenes, luchando duramente por su atención y, de esta manera, influyendo en sus expectativas, hábitos y, finalmente, su capacidad para ejercer dicha agencia. "Technology and Informal Education: What is Taught, What is Learned" de Greenfield (2009) aborda que la reconfiguración del paisaje de la información y la interacción social hacia gracias a la tecnología, con consecuencias significativas para la educación y el desarrollo cognitivo de los jóvenes.

 

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la agencia del estudiante está en una interacción constante con su entorno. El aprendizaje es fundamentalmente social y está intrínsecamente relacionado con el contexto cultural y las herramientas que la sociedad proporciona, según Vygotsky (1978). En este sentido, la era digital presenta tanto obstáculos como oportunidades para que los estudiantes aprendan por sí mismos. Aunque existen distractores, las herramientas digitales también ofrecen oportunidades sin precedentes para el acceso a la información y el aprendizaje personalizado.

 

La agencia del estudiante debe reevaluarse en función de la tensión que existe entre estos dos aspectos, la distracción y la oportunidad. ¿Cómo pueden los maestros y los sistemas educativos abordar este problema y fomentar una actitud positiva en los estudiantes? ¿Cuáles son los métodos y enfoques que se pueden emplear para combatir las distracciones y, en su lugar, utilizar la tecnología para fomentar la autonomía y el compromiso con el aprendizaje? Pareciera que la Agencia del Estudiante es una pequeña hendidura que se abre entre el mundo digital y las motivaciones sociales e individuales. Además, pareciera que no es un concepto que se sostiene solo, sino que está estrechamente ligado al seguimiento y a la mediación del docente. Esto es, sin el docente, o el guía o el instructor o el padre, el concepto de Agencia del Estudiante es un planeta desierto. 

 

Para brindar una comprensión de la agencia del estudiante en la era digital, este artículo examina estas preguntas mientras examina la literatura actual y emergente. En un mundo que cambia rápidamente y presenta tanto desafíos como oportunidades para la educación del siglo XXI, se pretende arrojar luz sobre cómo la autonomía del estudiante puede ser preservada y potenciada a través de un análisis crítico de investigaciones actuales y teorías educativas.

 

Referencias:

 

-Greenfield, P. M. (2009). Technology and informal education: What is taught, what is learned. Science, 323(5910), 69-71.

-Vygotsky, L. (1978). Mind in society: The development of higher psychological processes. Harvard University Press.

PRIMERA PARTE: Autonomía en Aprendizaje: 

 

La Evolución del Agente Educativo

 

Aunque con frecuencia se considera un concepto moderno, la agencia del estudiante tiene raíces en la historia de la educación. La agencia ha sido un hilo conductor, aunque no siempre explícitamente, en la trama de la pedagogía desde los tiempos de la antigua Grecia, donde la mayéutica de Sócrates buscaba despertar el conocimiento a través del diálogo y la reflexión interna, hasta las teorías de educación progresiva de Dewey, que enfatizaban la importancia de la experiencia y la participación del estudiante en el aprendizaje.

 

La agencia del estudiante se ha convertido en un tema explícito de discusión y desarrollo en la educación en la era contemporánea. Se reconoce cada vez más como un componente esencial en la formación de personas capaces de adaptarse y prosperar en un mundo en constante cambio. La agencia se refiere a la capacidad de los estudiantes para tomar decisiones informadas y responsables acerca de su educación. Esto implica un cambio de papel: pasar de ser un receptor pasivo de información a un participante activo en el proceso educativo.

 

La transición de la pedagogía a la andragogía, especialmente en la educación de adultos, refleja este cambio de paradigma. La andragogía reconoce que los adultos son autodirigidos y capaces de autogestión en su aprendizaje, mientras que la pedagogía se centra en la enseñanza dirigida por el instructor. Knowles (1984) señaló la autodirección como una parte crucial de la educación de adultos, argumentando que a medida que las personas crecen, su deseo de aprender se desplaza de las influencias externas hacia un deseo de autodesarrollo y realización. 

 

Sin embargo, los valores andragógicos no se restringen a la educación de los adultos. Las escuelas progresivas han comenzado a incluir estos principios en su educación de niños y adolescentes, reconociendo que incluso los estudiantes más jóvenes pueden beneficiarse de un enfoque más centrado en el estudiante que fomente la autonomía y la autodirección. Esto no significa que los estudiantes no necesitan estructura u orientación; en cambio, sugiere que la educación debe ser una colaboración entre el estudiante y el educador, con el estudiante teniendo voz y voto en su aprendizaje.

 

La evolución de la conducta de los estudiantes muestra un reconocimiento más amplio de la individualidad del aprendizaje y la importancia de la motivación intrínseca. En su teoría de la autodeterminación, Ryan y Deci (2000) señalan que la autonomía, la competencia y las relaciones son necesidades psicológicas fundamentales que, cuando se satisfacen, optimizan el funcionamiento y el crecimiento personal.

 

Este capítulo examinará cómo ha cambiado la conceptualización de la agencia del estudiante, cómo ha cambiado y cómo se encuentra en la práctica educativa actual. Además, analizaremos cómo la distinción entre pedagogía y andragogía se está volviendo menos distinta a medida que los educadores buscan fomentar la autogestión y la autonomía en estudiantes de todas las edades.

 

Referencias:

 

-Dewey, J. (1938). Experience and Education. Kappa Delta Pi.

-Knowles, M. S. (1984). Andragogy in Action. Jossey-Bass.

-Ryan, R. M., & Deci, E. L. (2000). Self-determination theory and the facilitation of intrinsic motivation, social development, and well-being. American Psychologist, 55(1), 68-78.

 

SEGUNDA PARTE: Navegando la Tormenta Digital 

 

Obstáculos y Oportunidades para la Autonomía Estudiantil

 

La era digital ha dado lugar a cambios en la forma en que aprendemos e interactuamos con el mundo. La agencia del estudiante está en peligro debido a la omnipresencia de los estímulos digitales y la sobrecarga de información. Mientras que este entorno hiperconectado está plagado de distracciones que pueden desviar el aprendizaje autodirigido, la autonomía del estudiante se enfrenta a la paradoja de tener acceso ilimitado al conocimiento.

 

La Paradoja de la Abundancia de Información

 

En la era digital, la sobrecarga de información es un fenómeno que dificulta comprender y tomar decisiones debido a la cantidad de información disponible. Bawden y Robinson (2009) afirman que este exceso puede provocar parálisis del análisis, lo que dificulta la toma de decisiones y reduce la agencia de los estudiantes. Los estudiantes pueden perderse en un mar de datos si no tienen la habilidad crítica de filtrar, seleccionar y utilizar información de manera efectiva.

 

Distracciones Digitales y su Impacto en la Autonomía

 

Las distracciones digitales, particularmente las redes sociales y los videojuegos, tienen un impacto significativo en la vida escolar. En su obra "The Shallows: What the Internet Is Doing to Our Brains", Carr (2010) afirma que Internet está cambiando nuestros cerebros al fomentar una forma de pensar que prioriza la exploración superficial en lugar de la reflexión profunda. Esta transformación cognitiva puede afectar la capacidad de los estudiantes para participar en el aprendizaje profundo y autónomo, que es esencial para ejercer la agencia.

 

La Tecnología como Facilitadora de la Agencia

 

Sin embargo, la tecnología puede ser un aliado o un enemigo para la agencia del estudiante. Las herramientas digitales ofrecen oportunidades de aprendizaje sin precedentes que son personalizadas y adaptables. Las herramientas y plataformas educativas en línea tienen el potencial de crear entornos de aprendizaje ricos y atractivos que fomenten la exploración y la autodirección. En la era digital, la capacidad de aprender y conectar información es esencial, según Siemens (2005). Cuando se utiliza estratégicamente, la tecnología puede fortalecer la agencia del estudiante al brindar acceso an una variedad de puntos de vista y promover la colaboración y la creación de conocimiento.

 

Construyendo Resiliencia Digital

 

Para navegar estos desafíos y aprovechar las oportunidades, los estudiantes deben desarrollar lo que podríamos llamar "resiliencia digital". Esto implica tener una estrategia clara y la capacidad de adaptarse y manejar el entorno digital. La alfabetización mediática y digital se convierte en una parte importante de la agencia del estudiante. Les proporciona a los estudiantes no solo las habilidades técnicas, sino también las habilidades de juicio crítico y discernimiento necesarias para prosperar en la era digital.

 

Este capítulo analiza cómo los estímulos digitales y la sobrecarga de información pueden afectar la autonomía de los estudiantes y cómo ayudarlos a convertirse en aprendices autónomos y resilientes en un mundo digital. Además, discutiremos cómo la tecnología puede ayudar a los estudiantes an actuar en lugar de impedirlos, lo que conduce an una mejor autodirección y un aprendizaje más significativo.

 

Referencias:

 

-Bawden, D., & Robinson, L. (2009). The dark side of information: Overload, anxiety and other paradoxes and pathologies. Journal of Information Science, 35(2), 180-191.

-Carr, N. (2010). The Shallows: What the Internet Is Doing to Our Brains. W.W. Norton & Company.

-Siemens, G. (2005). Connectivism: A learning theory for the digital age. International Journal of Instructional Technology and Distance Learning, 2(1).

 

TERCERA PARTE: Pilares de Autonomía: 

 

Investigaciones y Teorías que Moldean la Agencia Estudiantil

 

El poder intrínseco del estudiante, que fomenta el aprendizaje independiente y la autodeterminación, se ha convertido en un tema importante de la investigación educativa. La teoría de la autodeterminación de Ryan y Deci, que sostiene que la autonomía es una de las necesidades psicológicas básicas esenciales para el bienestar y la motivación intrínseca, es el centro de este interés. Esta teoría, cuando se aplica a la educación, afirma que "los estudiantes alcanzan mayores niveles de éxito académico y satisfacción personal cuando sienten que tienen control sobre su aprendizaje, se perciben competentes en sus habilidades y experimentan un sentido de conexión y pertenencia dentro de su entorno de aprendizaje".

 

Otro tema de estudio relevante en la literatura educativa ha sido la relación entre las fortalezas del carácter y el éxito académico. Peterson y Seligman han encontrado una variedad de virtudes y fortalezas que pueden predecir la satisfacción con la vida y el rendimiento académico. La experiencia académica y la capacidad del estudiante para actuar con agencia mejoran con fortalezas como la curiosidad, el entusiasmo y la perseverancia. Según la investigación, los estudiantes tienden a tener experiencias más gratificantes y exitosas cuando cultivan y aplican estas fortalezas en su entorno educativo.

 

En la era digital, la teoría del conectivismo de Siemens ofrece una perspectiva innovadora y relevante sobre el aprendizaje autónomo. "En un mundo donde el conocimiento está distribuido a través de una red de conexiones, la capacidad de aprender y conectar información es más importante que la acumulación de datos" (Siemens, 2005). La agencia del estudiante en este caso se refleja en la capacidad de navegación y uso efectivo de estas redes, lo que permite un aprendizaje más personalizado y adaptable.

 

La resiliencia se convierte en una parte importante de la agencia de los estudiantes. Los estudiantes con altos niveles de resiliencia no solo se recuperan de contratiempos, sino que también participan activamente en su aprendizaje, según Martin y Marsh (2006). La resiliencia permite a los estudiantes mantener su motivación y autonomía a pesar de las dificultades y fracasos. Este enfoque de aprendizaje sostenible es particularmente beneficioso para los estudiantes en la era digital, donde deben navegarse por un paisaje de información en constante cambio y con frecuencia abrumador.

 

La integración de estas teorías y hallazgos en la práctica educativa puede proporcionar a los educadores estrategias efectivas para fomentar la agencia del estudiante. La implementación de prácticas pedagógicas que respalden la autonomía y la competencia, como el aprendizaje basado en proyectos y la evaluación formativa, puede alinearse con los principios de la teoría de la autodeterminación para mejorar la motivación intrínseca y el compromiso de los estudiantes (Deci & Ryan, 2012). Además, al promover un ambiente que cultive las fortalezas del carácter y la resiliencia, los educadores pueden ayudar a los estudiantes a desarrollar una agencia más robusta y duradera.

 

La agencia del estudiante se alimenta de numerosas teorías y métodos de investigación. La autodeterminación y el conectivismo, así como la resiliencia y las fortalezas del carácter, ayudan a desarrollar una mejor comprensión de cómo los estudiantes pueden participar activamente en su aprendizaje. En la era digital, donde los desafíos son tan evidentes como las oportunidades, es esencial que los educadores y los estudiantes trabajen juntos para navegar por estos complejos paisajes educativos, promoviendo la agencia que permitirá a los estudiantes no solo aprender, sino también prosperar.

 

Referencias:

 

-Ryan, R. M., & Deci, E. L. (2000). Self-determination theory and the facilitation of intrinsic motivation, social development, and well-being. American Psychologist, 55(1), 68–78.

-Peterson, C., & Seligman, M. E. P. (2004). Character strengths and virtues: A handbook and classification. Oxford University Press.

-Siemens, G. (2005). Connectivism: A learning theory for the digital age. International Journal of Instructional Technology and Distance Learning, 2(1).

-Martin, A. J., & Marsh, H. W. (2006). Academic resilience and its psychological and educational correlates: A construct validity approach. Psychology in the Schools, 43(3), 267–281.

-Deci, E. L., & Ryan, R. M. (2012). Motivation, personality, and development within embedded social contexts: An overview of self-determination theory. In R. M. Ryan (Ed.), The Oxford handbook of human motivation (pp. 85–107). Oxford University Press.

 

CUARTA PARTE: Desarrollo Evolutivo y Psicológico

 

La agencia del estudiante es una habilidad que cambia y se desarrolla con el tiempo. Los factores psicológicos, sociales y educativos afectan la manifestación de la agencia desde la infancia hasta la adultez. La investigación realizada por Maralov et al. (sin fecha) examina cómo los estudiantes seleccionaron diferentes estrategias de automejora en función de sus niveles de agencia. Dado que los estudiantes con altos niveles de agencia prefieren estrategias de adquisición, rechazo y transformación, el estudio sugiere que la agencia puede ser un motor importante para el desarrollo personal y académico. Este hallazgo es crucial para entender cómo los estudiantes ejercen su autonomía a través de la elección consciente de sus caminos de aprendizaje y desarrollo (Maralov et al., sin fecha).

 

Aunque es difícil medir la autonomía y el desarrollo de un estudiante, comprender su agencia es crucial. El “Square of self-improvement" y el cuestionario "Level of personal autonomy development” son herramientas diagnósticas en el estudio de Maralov et al. que pueden ayudar a evaluar y comprender las estrategias de mejora personal y los niveles de autonomía personal de los estudiantes. Estas herramientas se pueden usar en una variedad de contextos educativos y brindan una base para medir la agencia.

 

El bienestar y el rendimiento académico del estudiante también están vinculados a su autonomía y agencia. Por ejemplo, en el campo de la educación artística, Sandgren (sin fecha) descubrió que los cantantes de ópera tenían problemas psicológicos relacionados con la preocupación por la evaluación negativa y el miedo a la indisposición vocal. La salud psicosocial y el bienestar emocional son indicadores de autonomía y agencia en el desarrollo de la carrera y la creatividad, según este estudio.

 

Referencias:

-Maralov, V., Alekseevich Sitarov, V., Kariyev, A., Krezhevskikh, O. V., Kudaka, M., Yevgenievna Ageyeva, L., & Nikolayevna Agranovich, Y. (sin fecha). Strategies of Self-Improvement for Students with Different Agency Levels. Recuperado de ODAD

-Sandgren, M. (sin fecha). Voice, soma and psyche: A qualitative and quantitative study of opera singers.

 

QUINTA PARTE: Taxonomía de la Independencia: 

 

Un Marco para la Agencia del Estudiante a lo Largo de las Etapas Educativas

 

La agencia del estudiante, esa capacidad intrínseca de actuar como protagonista en el propio aprendizaje es un constructo dinámico que evoluciona a lo largo de las etapas educativas. Para comprender cómo se manifiesta y desarrolla la independencia en los estudiantes, es esencial encontrar una taxonomía o rango que defina la independencia. Este ensayo examina los estudios que proponen marcos para comprender los niveles de agencia en diferentes etapas educativas, así como las formas en que se pueden medir y evaluar estos niveles.

 

Panov e I. Plaksina (2023) describen cómo se desarrolla la agencia en los estudiantes de 8 a 11 años en la escuela, destacando que la subjetividad y las interacciones comunicativas cambian hacia formas más colaborativas y generativas con el entorno educativo. Este estudio concluye que existe una correlación entre el desarrollo cognitivo y social de los estudiantes y la progresión en la agencia. Esto podría ser un excelente indicador de cómo se está desarrollando una taxonomía de independencia.

 

Tristnawati, Dewantoro y Mazdiyana (2023) investigan cómo la tecnología puede ayudar a los estudiantes a ser más independientes en el aprendizaje en línea. Su estudio apoya la idea de que el uso de tecnologías educativas puede fomentar y medir la agencia de los estudiantes al proporcionar un entorno que permita a los estudiantes tomar un papel más activo y autónomo en su educación.

 

Mirando hacia los primeros años de la educación, Smirnova y Skvortsova (2023) discuten los enfoques teóricos para la formación de la independencia educativa en niños de edad escolar primaria. Su trabajo es fundamental para establecer cómo se pueden sentar las bases de la agencia desde una edad temprana, sugiriendo que la independencia educativa debe ser cultivada progresivamente y adaptada a las capacidades evolutivas de los niños.

 

Por último, Garashkina y Druzhinina (2023) presentan una tecnología para organizar actividades de proyecto de estudiantes que promueven la independencia educativa de futuros pedagogos. Este enfoque práctico demuestra cómo la agencia del estudiante puede ser no solo un objetivo educativo sino también un método pedagógico, implicando que los educadores pueden y deben ser entrenados para fomentar la independencia en sus estudiantes desde el inicio de su formación.

 

Estos estudios combinados buscan mejorar nuestra comprensión de la agencia del estudiante al sugerir que es un proceso en desarrollo que puede promoverse y evaluarse en diferentes etapas de la vida educativa. Los hallazgos de esta investigación pueden ayudar a los educadores a desarrollar una taxonomía de la independencia que refleje la complejidad y la naturaleza evolutiva de la agencia de los estudiantes.

 

Podemos decir, por último, pero no menos importante, que el estudiante es un ser complejo que requiere una comprensión completa de su naturaleza evolutiva y psicológica. La taxonomía de la independencia debe adaptarse a las necesidades y habilidades de los estudiantes a medida que avanzan a través de su viaje educativo en lugar de ser un marco fijo. Los educadores pueden ayudar a este desarrollo con la orientación adecuada y las estrategias pedagógicas apropiadas.

 

Referencias:

 

-Panov, V., & Plaksina, I. (2023). La relación entre las etapas de agencia de los escolares de grados 8-11 y los tipos ecopsicológicos de interacciones con el entorno educativo. Psychological Science and Education, 3. Disponible en: https://psyjournals.ru/journals/sps/archive/2023_n3/sps_2023_n3_Panov_Plaksina.pdf.

 

-Trisnawati, T., Dewantoro, D., & Mazdiyana, M. (2023). Desarrollo de un modo de aprendizaje en línea basado en un sitio web como medio de aumentar la independencia del estudiante en el aprendizaje. Journal of Language and Cultural Education, 2(2). Disponible en: https://journal.sracademicpublishing.org/index.php/JLCEdu/article/download/44/pdf.

 

-Smirnova, I. Y., & Skvortsova, M. A. (2023). Enfoques teóricos para la formación de la independencia educativa en niños de edad escolar primaria en una organización educativa moderna. Vestnik of Kazan University, 2. Disponible en: https://vestnik-pip.ksu.edu.ru/attachments/article/1051/Smirnova-Skvortsova-vestnik-pip-2023-2-ru.pdf.

 

-Garashkina, N. V., & Druzhinina, A. A. (2023). Tecnología de organización de actividades de proyecto de estudiantes para el desarrollo de la independencia educativa de un futuro pedagogo. Psychological-Educational Studies, 5. Disponible en: https://pnojournalarchive3.files.wordpress.com/2023/10/pdf_230509.pdf.

 

SEXTA PARTE: Implicaciones Prácticas para Fomentar la Agencia del Estudiante en la Era Digital

 

La educación enfrenta desafíos sin precedentes en la era digital, así como oportunidades para fomentar la agencia del estudiante. Las instituciones de educación superior (HEIs) deben repensar su diseño curricular y revisar los méritos de los graduados para evaluar las habilidades educativas necesarias para la era digital y el desarrollo sostenible. AlDhaen (2022) destaca la importancia de este replanteamiento, especialmente en la educación empresarial, con un enfoque en la interdisciplinariedad para la era digital, incluidas las habilidades de gestión y tecnología.

 

Los estudiantes dicen que prefieren usar las TIC en la educación con moderación. Por lo tanto, es importante que los educadores consideren la incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en los programas de enseñanza (Jones & Shao, 2011). Sin embargo, a medida que se introducen nuevas tecnologías en la sociedad y la educación superior, es posible que la definición de "uso moderado" cambie. Por lo tanto, las universidades deben tener confianza en brindar servicios que los estudiantes valoran y utilizan para su aprendizaje.

 

Las tecnologías modernas de la Web 2.0 están transformando el aprendizaje en todo el mundo. Las habilidades digitales se consideran una habilidad esencial en los planes curriculares nacionales de Noruega (Langset, 2018). A pesar de esto, la capacitación de los maestros se queda atrás en la creación de culturas de aprendizaje digital, así como en la distribución de modelos digitales a los maestros que se preparan para el puesto. Los enfoques de aprendizaje colaborativo para el desarrollo profesional digital y los cursos masivos abiertos en línea (MOOC) pueden ser estrategias efectivas para llevar la educación superior a la era digitalizada.

La autonomía académica es un valor que debe preservarse y promoverse porque permite a los educadores y estudiantes explorar y difundir nuevos conocimientos, hablar profesional y privadamente sobre temas en su campo de experiencia sin estar bajo presión (Ceglie & Thompson, sin fecha).

 

Referencias

 

-AlDhaen, E. S. (2022). Strategic Research on Building Task-oriented Learning Community in Higher Vocational Education Based on Network Community Model. Sin publicación identificada.

 

-Jones, C., & Shao, B. (2011). The net generation and digital natives: implications for higher education. Higher Education Academy, York.

 

-Langset, I. D. (2018). Digital professional development: towards a collaborative learning approach for taking higher education into the digitalized age. Nordic Journal of Digital Literacy, 13(1), 24–39. PDF

 

-Ceglie, R., & Thompson, L. (n.d.). Academic Autonomy: Protecting and Promoting. Sin publicación identificada.

 

CONCLUSIÓN: La Agencia del Estudiante en la Encrucijada Digital

 

A lo largo de este análisis, examinamos la agencia del estudiante desde sus orígenes conceptuales hasta cómo se presenta en la era digital. Hemos visto cómo ha cambiado la agencia, que se define como la capacidad de actuar de manera autónoma y con propósito en el proceso de aprendizaje, y cómo se diferencia de los enfoques pedagógicos y andragógicos. La era digital, con sus innumerables estímulos y su constante sobrecarga de información, presenta desafíos y oportunidades únicas para la autonomía de los estudiantes. Por un lado, la tecnología puede ser un obstáculo, distrayendo y dispersando la atención, pero también puede ser un poderoso facilitador, brindando herramientas y accesos que antes eran inimaginables.

 

La teoría del conectivismo, la teoría de la autodeterminación y las fortalezas del carácter, entre otras teorías educativas relevantes, han proporcionado perspectivas útiles sobre cómo los estudiantes pueden participar activamente en el proceso de aprendizaje. Estos enfoques teóricos han mejorado nuestra comprensión de la agencia estudiantil. Además, nos han enseñado la importancia de las condiciones que permiten su crecimiento.

 

El desarrollo evolutivo y psicológico de la agencia del estudiante indica que la autonomía es una habilidad que se desarrolla a lo largo de la vida y tiene indicadores que pueden medirse y evaluarse para informar prácticas educativas más efectivas. La taxonomía de la independencia nos invita a pensar en los niveles de agencia en diferentes etapas educativas y cómo se pueden apoyar y ampliar.

 

En la era digital, los maestros y las organizaciones son esenciales para fomentar la participación de los estudiantes. Estos son los efectos prácticos de nuestra discusión. Es fundamental incorporar prácticas educativas que fomenten la autonomía y la autogestión. Las evaluaciones formativas y el aprendizaje basado en proyectos pueden ser ejemplos de estas tácticas.

 

La agencia del estudiante es un constructo complejo y en evolución que requiere atención constante y reflexiva. En un mundo cada vez más digitalizado, es fundamental mantener la investigación y el apoyo a las organizaciones estudiantiles. Las tecnologías deben ser herramientas y los educadores deben ser facilitadores. Al hacerlo, podemos asegurarnos de que los estudiantes no solo aprendan, sino que también se desarrollen como personas independientes y comprometidas, capaces de navegar y contribuir al mundo en constante cambio.

 

Dr. Carlos Zarzalejo