LA
MATERIA; LA EDUCACIÓN Y SISTEMAS
La escuela tiene que responder a la pregunta de
cómo transformar la materia. Porque en todo caso la necesidad del hombre, viéndola
desde un punto de vista muy práctico, es la de comunicarse y perpetuarse. Y
para ello hemos necesitado escribir, desde los primeros momentos del
pensamiento humano, esto es, plasmar en la materia lo que se ha pensado
previamente, para que sea 1.- recordado y 2.- enseñado. Este es el
primer acto de hominización. Ese primer acto no lo distingo del arte, porque
como sabrán, las primeras expresiones son escritura y arte a la vez. O pudieran
serlo, no se excluyen.
Hay muchas formas de transformar la materia. Escribir,
pintar, esculpir, tocar un instrumento de percusión, en fin, las primarias
formas de expresión donde se le intenta dar orden a la materia, una instrucción
y una muestra de domesticación.
De allí que es importante conocer la ética que
hay detrás de semejante principio, el alumno debe tener conciencia de la
responsabilidad que implica transformar la materia. Pintar (hacer) un cuadro es
un acto noble. La humanidad aún exige la copia de las formas para tener un método
de evaluación de lo aprendido. Ello retrasa los cambios porque decanta las
potencialidades en filtros dogmáticos. Los retrasa pero no desacierta, esto es
importante evaluarlo.
De momento, al menos debemos exigir que la
escuela sepa la importancia y la profundidad que implica transformar la materia,
esto es, darle un nuevo orden a lo creado, ser en cierta forma Dios.
Otra forma muy sutil de transformar la materia
es a través de la codificación porque todo indica que los escenarios virtuales
son una tendencia irreversible. Por lo que la programación orientada a objetos
y en general todo tipo de lenguaje computacional que coadyuve a la creación de un
espacio informático digital, cada vez está trayendo más atención. Casos como
los de World of Warcraft son emblemáticos.
En segundo lugar hay que enseñar a producir
contenido. Yo llamo generador de contenido a todo aquel que intente crear
grandes categorías de información, validadas, confrontadas en escenarios
académicos, sociales, culturales, y que esa información pueda ser indexada y
recuperada rápidamente. Entonces el creador de contenido tiene que revisar
internamente los procesos y luego presentar las ideas. Esto es, la idea también
transforma al mundo. La pregunta es ¿a qué impacta la idea? ¿qué se moldea?.
Por los momentos pudiéramos mencionar algunas tendencia que mueven el mundo
educativo, pero no es el objetivo de este escrito.
El generador de contenido es alguien que conoce
las fuentes, o sabe diferenciar cuán sólida o no es una fuente, y advertirlo
según sea el caso, al lector. Digamos que la diferencia entre un generador de
contenido y un académico es que el generador de contenido debe adaptarse a unas
estructuras, que debo decirlo cada vez son más amplias y menos rígidas, para generar la idea.
El pensador académico tiene a la academia. Entonces a veces nos encontramos con
excelentes artículos en internet, pero la profundidad epistemológica u
ontológica no existe. El generador de contenido evita los detalles innecesarios
en el desarrollo de una idea -cosa que pudiera costarle caro-. El generador de
contenido puede regirse por tendencias. El pensador académico tiene a la
universidad, a sus escuelas y campus de estudio, a sus programas de postgrado.,
el generador de contenido tiene al “posicionamiento”.
Por lo tanto es maravilloso cuando ambos mundos
se encuentran, el académico y el digital, existen esfuerzos como el de LA ERA DIGITAL, de conectar al mundo académico con el posicionamiento web. Esto
permite asumir a un hombre digital más culto, más conocedor de algunos
principios donde está cimentada la humanidad, y puedan leer un punto de visto
nuevo, sencillo, sin complejos y con una profunda preocupación por lo humano.
El arte en sí mismo es una forma de transformar
la materia que la escuela debe encargarse de enseñar y guiar. Tener conciencia
de plasmar una imagen para siempre; cantar una canción que forme parte del
acervo humano; que valga la pena los golpes que recibe la piedra para ser
tallada; que la materia se deleite con tus manos de creador; perseguir lo más humano.
El arte es un lenguaje en sí mismo ya que permite la transición de un paquete
de información claro, preciso e inequívoco de la presencia humana y diferenciado
de la naturaleza. El crujido de la palma cuando es movida por el viento, es
distinta al sonido del tambor. Hay algo que nos hace inequívocamente humanos a
través del arte. Esa idea hay que difundirla.
La precisión, la disminución del tiempo y la
optimización del espacio son los principios en los que se basa cualquier forma
de pensamiento actual. Pero el arte no puede ser preciso. De allí que el arte
sea exploratorio, desafía a la materia, conoce sus límites; no puede parecerse
a la naturaleza. Por eso cualquier cuadro abstracto no es una obra de arte. Eso
debe estar claro. Pero por otro lado el
arte ha desarrollado técnicas que han sido validadas por años; esto con el
objetivo encontrarse con la materia de forma muy especial; tan especial que han
sido parte del pensamiento humano. Recuerdo a mi profesor de guitarra explicando
la posición de los dedos de la mano izquierda en los trastes de la guitarra, y
por qué esa posición es buena en términos incluso anatómicos. ¿Cómo sostener el
pincel? ¿Qué color resultará? ¿Cómo sostener la gubia para que no te machaques
un dedo? La escuela debe ante todo enseñar estos principios que han dejado precedente
importante en el crecimiento de la humanidad.
PROMOVER
EL OUTPUT
No debe desperdiciarse ningún output. Todo acto
creador, en el fondo, lleva la huella indisoluble de lo humano. Quizás habría
que mirar hacia esos mínimos aspectos. Alejarse de las tendencias, de las
escuelas y de los enfoques. Pero es difícil y el cambio es lento porque dichas
tendencias, escuelas y enfoques sostienen los cimientos del poder.
Es importante que el alumno se reconozca en su
esencia. Que sepa qué es y qué lugar ocupa en el planeta, aunque ello pueda
tomar toda la vida; la educación tiene por objetivo entender que ese tiempo que
tarda el alumno en descubrirse a sí mismo debe ser un acto consciente. Es
necesario actuar en ese sentido. Es necesario que el alumno comience a urdir
temprano a la materia, llevarla a sus límites.
Eso podría incluso implicar un sistema donde
cada alumno pueda armar su malla curricular. La excusa para no hacer esto es lo
limitado del sistema presencial pero a través del tiempo hemos visto las
potencialidades del e-learning. En
teoría es posible permitir el desarrollo de una aplicación que permita al
aprendiz escoger su currículo, su escala de habilidades para desarrollar.
Hay que lubricar los mecanismos que permiten la
detección temprana de habilidades. Todos somos capaces de algo en mayor o menos
medida en tanto hablamos, que es uno de los actos más complejo en lo humano y
que tarda años dominar, pero que la ciencia ha logrado acortar esos procesos conociendo,
a través de la didáctica, los elementos críticos de éxito en la enseñanza de un
nuevo idioma. Alguien que habla, (esto es, yendo hacia lo más estricto del
lenguaje: quien tiene una idea que está dispuesta a expresarse), es alguien que
puede transformar el mundo.
CUIDAR
LA EVALUACIÓN
Nada está malo sino incompleto, por lo tanto la
educación debe brindar las herramientas para que los procesos que estén faltos
de consistencia puedan robustecerse, alimentarse, confrontarse, retarse. ¿Cómo
de unas rayas furiosas puede nacer una obra de arte? De una simple actividad
lúdica puede nacer una gama de colores.
La escuela debe proporcionar al alumno cuales
son los nichos por los que la humanidad ha estado más preocupada, pero también
debe mostrar las grietas y los puntos críticos del sistema. Cómo romper con el
estado existente de cosas debe ser una premisa para el estudiante junto con una
sólida formación ética. El estudiante debe poner a prueba la materia y debe
crear nuevos caminos, escarbando en la tierra, debajo del mar, puentes que nos
unen, etc., pero fíjense que siempre están los elementos presentes: tierra, agua,
aire y fuego.
LA
PEDAGOGÍA DE LOS ELEMENTOS
Cada elemento tiene su esencia. Las grandes
escuelas de pensamiento se han cuestionado sobre los elementos en tanto son las
fuentes de todo lo que existe. Es el barro de Dios, es el Fuego de la creación,
Es el aire que atiza los fuegos, Es el agua que calma la tierra.
El fuego es el padre de los elementos. Es el
que moldea y determina su constitución. Así el aire caliente se comporta de una
manera distinta al aire frío. Así el vapor de agua es una forma más ágil del
agua, más expedita y más libre. El barro se cuece, se pone más duro, pero los
metales se pueden derretir y hacerse líquidos y moverse de forma distinta, más
libre, con mayor rapidez.
De allí que el fuego ennoblece a la materia. Un
objeto expuesto al fuego está siendo evaluado en cuanto a su constitución/composición
el resultado será algo parecido al diamante, como uno de los ejemplos más
prístinos. Pero también, la combustión es una forma primaria de dibujo, en
tanto nos permite definir contornos específicos. De allí que el fuego nos
permite escribir, ya que reacciona en la materia de forma inequívoca lo cual
permite grabar en casi cualquier superficie. Los circuitos integrados son
delicados sistemas de comunicación. Las pistas conductoras, que en principio son
de cobre o de cualquier otro material que mejore la conductividad del cobre. Sería
correcto decir que el principio fundamental del circuito es el fuego en tanto
que de alguna manera se deben grabar las pistas conductoras en la tarjeta.
El fuego nos enseña que todo tiene sus límites.
La zona de habitabilidad es un concepto sumamente poderoso que ha incluso
ayudado a los científicos a tener mejores pistas sobre planetas parecidos a la
tierra. El concepto de zona de habitabilidad es sencillo y profundo a la vez.
Si estás muy cerca al fuego te vas a quemar, si estás muy lejos del fuego te
vas a congelar. Estar en la distancia correcta es una directriz muy clara del
fuego. Hay constancia en ello. El fuego nunca dejará de calentar; de quemar.
El fuego por lo tanto es la calidez, de allí
que esté relacionado con la familia y conceptos como el amor. La cocina en el
hogar es la expresión más pura del amor, porque es donde se transforma la
naturaleza en comida; en alimento para la humanidad. De allí que cocinar, y el
arte de la cocina son de las formas más elevadas en la que se puede transformar
la materia; más noblemente humanas, o si prefieren parafrasear a Nietzsche: humano, demasiado humano, también sirve.
La tierra es constitución y es cuerpo. Es la
parte sólida de la creación. Son los cimientos y la posibilidad de habitar. Sin
embargo hay aspectos primordiales del elemento tierra que debo mencionar. Si
bien es cierto que el fuego transforma la comida, la tierra la produce. O para
ser más preciso, la comida crece en la tierra. La tierra es el maíz, el trigo,
la papa, el arroz y todos los grandes rubros que han alimentado a toda la
humanidad. En la tierra pasta la vaca y pica el gusano la gallina. De allí que
conocer, y amar la tierra son aspectos que debe enseñar la escuela porque de la
tierra depende nuestra alimentación.
La tierra es el barro y piedra que permitirán
al escultor crear nuevos lenguajes y reproducir ideas que ennoblecen a la
humanidad. La tierra son los minerales que permiten que nuestra vida en el
planeta sea más confortable y económicamente viable. No solo hablo del oro o
del diamante como digamos los ejemplos más puros en la humanidad, sino otros
materiales que son vitales para la existencia. Desde el hierro hasta el
concreto.
La tierra es la casa donde vivimos y fomentamos
la paz, el amor y el respeto. La tierra es el hogar y también una forma
primaria de comunicación; es la placa donde se asienta la humanidad. Es la montaña
y es el parque. Es vital que la escuela construya caminos por donde el alumno
pueda contribuir al respeto de la tierra; una relación más amigable.
El aire es ante todo respiración y dinámica
aérea. El oxígeno es fundamental para la vida. Por lo tanto el aire es un
cúmulo de gases, que licuados en un coctel perfecto, permite que el hombre
pueda respirar y vivir. El cuidado del aire debe ser fundamental promoverlo en
las escuelas.
El aire también es movimiento rítmico y cadencioso,
por lo tanto es fundamentalmente musicalidad y lenguaje hablado: nos permite
emitir sonidos a través de nuestras cuerdas vocales. El aire permite el sonido
de la orquesta y permite el canto, que es una expresión altísima de lo humano.
El lenguaje musical y el habla guardan muchas similitudes.
El agua es ante todo vida. Es lo que ha
permitido procesos tan finos como el pensamiento. El agua es la sangre que circula
por nuestro sistema. El agua es vivacidad, alegría y sonidos. Pero ante todo es
capacidad de adaptación.
El agua es requisito esencial para la vida en
el planeta. El agua calma la sed que es la sensación que experimentan los seres
vivos cuando requieren del vital líquido. Uno de los grandes problemas que
atraviesa la humanidad es la poca disponibilidad de agua potable, agua apta
para consumo humano. Esa es una reflexión que ha de ser dirimida en la escuela.
El agua es limpieza. Es un elemento que permite
el lavado y el barrido de las obstrucciones. Por lo tanto el agua debe ser
vital como herramienta para mantener una salud acorde con nuestra edad.
¿CUÁLES
SON LOS LÍMITES DE LA MATERIA? ¿CUÁLES SON LOS RETOS?
Un sistema
educativo debe tener claro una malla de competencias que el ciudadano de
hoy pueda aprovechar para su beneficio y el de la sociedad en su conjunto.
Luego de tener claras las competencias, el
sistema debe identificar cuáles son los límites a donde ha llegado la mano del
hombre. Invitar, desde ese punto a abrir nuevos caminos, nuevos enfoques,
nuevas técnicas; o simplemente mejorar los procesos anteriores.
La escuela debe promover el emprendimiento en
el sentido amplio de la palabra. Pero si gustan también pueden decir
perfectamente el emprendimiento económico. No le huyo a esa categoría solo que
el emprendimiento económico solo es un pequeño aspecto que está dentro del
emprendimiento como concepto general. Emprender es asumir los riesgos que
implica modificar la materia con principios distintos.
El docente debe permitir que el alumno tenga
acceso a los límites y a los aspectos expansivos de la ciencia. El alumno debe
responder a las preguntas de cuáles son los aspectos vitales a abordar hoy en
día; cómo es el estado del arte en un tema en particular, cada oficio o forma
de pensamiento. En términos generales el docente debe ser un provocador, una
persona que rete el ingenio de sus alumnos.
Y finalmente la escuela debe crear puentes
cognitivos que le ayuden al estudiante a simplificar los procesos. Cuando algo
es su esencia inequívoca es un interruptor. La constancia es positiva para la
ciencia ya que nos permite predecir el futuro con mayor exactitud.
LA
DIFERENCIACIÓN Y LA UNIFICACIÓN
La escuela debe resolver elegantemente el
dilema entre diferenciación y unificación. Porque si bien es cierto que somos
seres individuales también lo somos sociales. El hecho de que tus inclinaciones
sean hacia la música, o seas un genio, no te exime de tus compromisos como agente
social que debe cultivar el respeto y el amor por su ambiente. Por mencionar un
ejemplo.
La escuela debe crear puentes entre lo
individual y lo social. Puedo decir con toda seriedad que este es uno de los
aspectos que más está haciendo tambalear a la escuela tradicional-presencial.
La imposibilidad que tienen de diferenciar lo social de lo individual, haciendo
énfasis en solo un aspecto y no en otro. El trabajo en equipo es fundamental y
la creación individual es telúrica. Hay que estar consciente de ello.
De allí que lejos han quedado los enfoques y
las teorías que erróneamente siempre han asumido al “alumnado” como una masa moldeable,
con características homogéneas y rígidas. El alumnado es un ecosistema y debe
ser entendido como tal, donde cada ente juega un papel determinante a la hora
de confrontar la materia.
Carlos Zarzalejo
PhD en Educación; Msc en Gerencia.
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