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LA ERA DIGITAL: ÓSMOSIS Y EL ORIGEN DE LOS LMS EN VENEZUELA (I)

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LA PLATAFORMA OSMOSIS

Osmosis “es la plataforma de aprendizaje a distancia, conocida como Aula Virtual, que sirve tanto a los cursos regulares como a los de extensión” (Díaz, 2008. p.: 5).

Fue creada en la Universidad Simón Bolívar, como una necesidad de establecer un lugar de encuentro entre todos los participantes de la comunidad universitaria y para facilitar los procesos de enseñanza – aprendizaje.

Tiene su origen en la necesidad de la Dirección de Servicios Multimedia de la Universidad Simón Bolívar de iniciar una plataforma educativa donde se pudiera dar una transferencia de información rápida y crear una fábrica de contenidos educativos en menos tiempo y al menor costo posible.

Los primeros intentos tuvieron algunos desajustes en cuanto a la visión y al enfoque que realmente se quería. Cuando se retomó la idea fundamental que era la de facilitar la transferencia de conocimiento entre los usuarios se rebautizó el proyecto como “osmosis” haciendo alusión a su fin último.
En principio la meta era “la implementación de un Sistema de Manejo del Aprendizaje (LMS), que ofreciera a la comunidad universitaria un entorno educativo con las características propias de la Web2.0” (ibídem).

Sin embargo, dado el éxito de la creación de dicha plataforma rápidamente se convirtió en “un entorno de fácil mantenimiento que permita el rápido crecimiento y evolución por medio del desarrollo de nuevas funcionalidades” (ídem).

La plataforma Osmosis, cabe destacar, sirvió de soporte al “modelo” de educación on-line que se vino gestando en la USB, UPEL-IPC y otras instituciones venezolanas.

La plataforma Osmosis nace como respuesta a la necesidad creciente de incorporar las nuevas tecnologías de información y comunicación a la educación superior. No sólo en lo referente al desarrollo de contenidos, lo cual de por sí ya es un trabajo arduo, sino también a la atención de la demanda creciente y exponencial de estudio a nivel superior en Venezuela.

Es importante destacar que Osmosis se fue creando sobre la marcha. Es decir, las variables con la que se enfrentó a los largo de sus años de funcionamiento fueron múltiples y diversas. Como lo dicen sus propios creadores “En gran parte han sido desarrollados sin una concepción previa de cómo deben ser utilizados estos nuevos recursos para sacar el mayor provecho pedagógico a los mismos” (Díaz, op.cit.:1).

Esta afirmación es en suma valiosa. No por el hecho de cuestionar un proyecto tan importante como lo es la creación de la plataforma Osmosis. Más bien se trata de poner en evidencia algo que he mencionado en distintas oportunidades. La incorporación de las tecnologías de información y comunicación se han ido incorporando en las universidades siguiendo una lógica científico-técnica y no pedagógica.

Esta es una verdad que deja al quehacer pedagógico en una paradoja casi sin solución de continuidad. Los avances en informática son más rápidos que los avances en el sistema educativo. Los modelos de enseñanza -aprendizaje no se adecúan a una realidad donde predomina el internet y los espacios virtuales.

Hay portales web que cambian su entorno dos y tres veces al año. Software que cambian constantemente. Tanto, que cuando ya se logra medianamente dominar una herramienta tecnológica, ya ha salido una actualización. Sin embargo, las aulas de clases ya tienen varios siglos siendo las mismas.

Otro aspecto importante de Osmosis es la capacidad de interacción que posee y la libertad con la cual el docente puede diseñar y estructurar cursos a su medida. Desde este punto de vista, todos los participantes de un curso on-line son co-creadores y aparece una suerte de inteligencia colectiva donde el conocimiento se construye en red. Este modelo de interacción, “en el cual el usuario es generador de contenidos, se ha probado a sí mismo y a sus usuarios como muy útil, puesto que se aprovecha al máximo la capacidad de comunicación” (Díaz, op. cit.:1).

Una de las preguntas fundamentales que supone un proyecto de LMS es sin duda el fundamento epistemológico y ontológico del sistema virtual. Uno de los graves problemas que se ha identificado al crear una plataforma de aprendizaje es que se intenta aplicar los métodos que han sido válidos para la educación presencial a la educación on-line. Por lo tanto, se abren una serie de preguntas que están relacionadas con la esencia misma de la virtualidad. No es posible aplicar una didáctica de lo presencial a una educación virtual. Los manuales de pedagogía se han quedado cortos frente a la inmensidad y la complejidad que supone la red. La presencialidad, que ha dado tantos y tan buenos resultados, intenta permear los escenarios virtuales en ese mismo afán de perpetuar un sistema que tiene siglos funcionando. Los paradigmas unidireccionales y/o bidireccionales han fraguado frente la inminente aparición de un espacio virtual multidimensional y en red. Millones de personas interconectadas a diario con necesidades y características que los hacen ser verdaderos pares. Frente a una educación presencial que imposibilita el encuentro de creencias y de saberes.
Uno de los problemas fundamentales que se encontró al desarrollar la plataforma Osmosis fue que los docentes se negaban a usarla o sencillamente no le daban la importancia que merecía. Por ello fue preciso desarrollar una amplia tarea de difusión de tal manera que los docentes pudieran subir sus cursos on-line. El desinterés en los docentes por usar esta nueva herramienta viene dado por muchos aspectos, que van desde el desconocimiento de las herramientas tecnológicas hasta la desmotivación generalizada por la dinámica en la educación superior llena de conflictos, frustraciones e incertidumbres.

La plataforma Osmosis es la base tecnológica de las aulas virtuales de la Universidad Simón Bolívar. Para el año de la creación esta plataforma atendía a más de 23 mil usuarios. Un número bastante significativo ya que es mucho más de lo que puede atender una modalidad presencial. Para más información visitar el siguiente enlace.

El reto de Osmosis es poder adaptarse a las nuevas exigencias de la sociedad en su conjunto y los cambios que se generen en cuanto al lenguaje informático. En principio la plataforma estaba basada en Dokeos (un software de código abierto que en la actualidad es difícil de mantener). No es la intención en este momento de entrar en tecnicismos innecesarios. Lo importante es que toda plataforma tecnológica debe estar constantemente actualizándose para poder ofrecer un servicio estable y de calidad para el usuario.
Algunos datos importantes sobre esta herramienta de aprendizaje lo puedes encontrar aquí.


Carlos Zarzalejo
Dr. En Educación; Msc en Gerencia

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